Cada empresa debe tener sus propias métricas para la medición de su crecimiento.
Son muchas las herramientas financieras para determinar si la empresa y los negocios que tiene están teniendo un crecimiento real y sostenido.
Cuando hablamos de crecimiento, podemos hablar de:
- Crecimiento de las ventas.
- Crecimiento de las ganancias.
- Crecimiento de los flujos de caja.
- Crecimiento de las inversiones.
- Crecimiento en el patrimonio de la empresa.
- Crecimiento en el valor de mercado de la empresa.
- Crecimiento del valor financiero de la empresa.
El crecimiento de las ventas
La meta de la mayoría de los empresarios está enfocada en incrementar las ventas de sus negocios. El éxito y el crecimiento lo miden en función del crecimiento de sus ventas. No siempre más ventas es más ganancias.
Está muy bien que una de las métricas del crecimiento empresarial sea el crecimiento de las ventas. Este crecimiento en ventas debe ser medido en varias dimisiones:
- Las ventas en valores absolutos según la moneda local.
- Las ventas convertidas en una moneda extranjera si la empresa es importadora o exportadora de una parte importante de sus materias primas.
- Las ventas en unidades vendidas de cada uno de sus productos, es decir cantidad vendida.
- Las ventas del “tiquete promedio”, es decir la venta que se hace en promedio a cada cliente que llega al negocio o la venta promedio por factura.
- La participación que tiene la empresa en el mercado, es decir el porcentaje o lugar que ocupa la empresa dentro de su mercado meta, nicho de mercado, país o región.
Por supuesto se espera que estas cinco métricas crezcan a través del tiempo.
Los empresarios suelen medir su crecimiento para plazos de un año; pero lo ideal es plantear metas más de corto plazo y compararlas con tiempos iguales. Es recomendable comparar las ventas mensuales para los mismos meses de este año con años anteriores, ventas semanales, ventas diarias e incluso, en negocios como restaurantes, ventas por turnos y, en fábricas, ventas por líneas de productos para periodos comparables.
El crecimiento de las ganancias
Un indicador más fuerte para medir el crecimiento empresarial es el crecimiento de las ganancias, podemos hablar de:
- La ganancia bruta.
- El margen de contribución.
- La ganancia operativa.
- La ganancia neta antes de la carga financiera.
- La ganancia antes de los impuestos.
- Las ganancias después de los impuestos.
- Las ganancias por acción.
- Los dividendos declarados.
Y para cada una de esas posibilidades de medición de las ganancias se pueden utilizar términos absolutos o porcentajes.
Los porcentajes de ganancias se pueden medir de varias formas:
- Sobre las Ventas Netas.
- Sobre el Activo Total.
- Sobre el Patrimonio Total.
- Sobre el Margen de Contribución.
- Sobre la Ganancia Operativa.
- Sobre la Ganancia antes de los Impuestos.
El crecimiento del Flujo de Caja
El indicador por excelencia, desde el punto de vista financiero, y accesible para nuestros países o empresas que no cotizan en bolsa, debería ser el Flujo de Caja Neto.
El Flujo de Caja es el resultado de restar los ingresos que recibe la empresa menos los egresos o salidas de efectivo.
Los ingresos pueden ser por:
- ventas de contado.
- cobro de las ventas a créditos.
- otros ingresos extraordinarios.
Los egresos de efectivos serán entonces:
- los pagos a proveedores de las facturas de compras a crédito.
- las compras de contado.
- los pagos de gastos fijos.
- los pagos de planilla o nóminas, cargas sociales y prestaciones legales.
- los pagos por deudas que tiene la empresa.
El Flujo Neto de Caja lo utilizamos como el principal indicador para medir el valor actual de una empresa, descontando los flujos de caja proyectados a una tasa de descuento razonable que usualmente es el rendimiento deseado por los inversionistas.
Entonces el crecimiento en el Flujo de Caja a través del tiempo es el resultado, casi siempre, de una buena gestión empresarial en todas sus áreas. El empresario:
- Vende bien y cobra bien. Si las ventas aumentan y se recuperan las que son a crédito, el flujo de caja aumenta.
- Controla sus compras, mantiene un costo de ventas correcto y cuenta con plazos adecuados de pago.
- Tiene un costo de planilla o nómica razonable para el giro de negocio y para el volumen de ventas.
- Tiene un Presupuesto de Gastos Fijos absolutamente controlados y ajustados a la realidad de la empresa.
- Tiene una carga financiera y cuotas sobre los préstamos ajustados a las ganancias de la empresa.
- Controla su tesorería obsesivamente y planifica sus inversiones sobre su conocimiento.
Comentario final
Quedan otras métricas para analizar. Para empresas que cotizan en bolsa existen herramientas de medición establecidas a nivel internacional que suelen comunicarse públicamente.
El crecimiento empresarial no se mide solo por métricas financieras. Una empresa que está posicionando una marca o abriendo mercado, posiblemente no vea incrementos importantes en sus indicadores financieros pero sí en la posición que tiene en el mercado.
El siguiente artículo contiene material valioso que complementa lo presentado en este, recomendamos su lectura: En qué nivel de ventas tu empresa empieza a generar riqueza.
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