Cuando llegamos la empresa, se encontraba tremendamente endeudada, las ventas no eran tan malas; pero los márgenes de ganancia eran muy bajos y los costos fijos estaban fuera de control. Lo que generaba más estrés era administrar el flujo de caja. Todas las semanas había que elegir entre pagar a los proveedores o pagar a los bancos. La quincena que había planilla, no se podía pagar a los bancos ni a los proveedores. El proceso para revertir el problema tardó casi doce meses. Empezamos realizando un diagnóstico profundo, luego vino la etapa de tomar decisiones. Hubo que tomar decisiones firmes, dar pasos con mucha cautela y trabajo muy fuerte.
Esto fue hace cinco años. Es uno de nuestros clientes más recientes y uno de los mejores ejemplos de tenacidad, fuerza de carácter y disciplina.
Un consultor experimentado puede hacer grandes cosas por tu empresa.