Uno de los mayores temores que tienen los empresarios es el ser auditados por la tributación directa. Ese temor no nace porque se estén haciendo cosas incorrectas o cometiendo delitos fiscales sino porque, aunque se manejen los negocios muy bien, esas visitas generan estrés, preocupación, representan gran cantidad de horas invertidas y cuestionamientos que sacan de foco al propietario y a sus colaboradores del departamento contable.
Por supuesto que te interesa reducir la exposición fiscal, para eso se recomiendan algunos pasos sencillos pero de gran exigencia.
- Asegúrate de que tu empresa esté registrada en el régimen de impuestos correcto y que recauda los impuestos que la ley le exige. Verifica si tu domicilio fiscal registrado es el correcto.
- Verifica todos los deberes formales que debe cumplir la empresa de cara a
cada una de las instituciones del gobierno, entre ellas la dirección de tributación directa.
- Una vez al año pide un certificado o nota de solvencia tributaria. Es decir, un documento que haga constar que no tienes deudas pendientes, saldos de impuestos atrasados o no tributados y que todas las declaraciones se han entregado a tiempo.
- Pide que un contador público autorizado haga un análisis, mínimo cada dos años, sobre tu nivel de exposición fiscal. Es un tipo de auditoría que se concentra en detectar los aspectos que llegaría a verificar un auditor fiscal.
- Asegúrate con tu contador y verifica que la documentación contable está bien archivada, que todas las declaraciones de impuestos se encuentran firmadas, respaldadas con los auxiliares requeridos y archivadas apropiadamente. No confíes en que por ser “profesional” se supone que tu contador lo hace correctamente, verifica. En el caso de una auditoría es al empresario al que le tocará poner la cara.
- Cumple con la entrega de todas las declaraciones a tiempo, igualmente paga todos los impuestos cuando corresponde y verifica que no queden saldos pendientes.
- Archiva en la documentación contable la evidencia de que has pagado a tiempo, pero también adjúntala a las declaraciones correspondientes. Esto ahorra tiempo cuando seas requerido por saldos pendientes.
- Toma en cuenta que el tiempo que inviertas con tu contador, una vez al mes y no más de dos horas, para asegurarte de todo esto será tiempo ahorrado cuando llegue una notificación o un traslado de cargos por parte de la tributación directa.
- Antes de presentar las declaraciones de impuestos pide a tu contador un preliminar de los Estados Financieros. Dile que prepare un borrador de la declaración de impuestos y la compare en una matriz con las declaraciones presentadas en los años anteriores. Asegúrense de que las cifras sean consistentes.
- Asegúrate de tener profesionales competentes en tu departamento contable. Si el contador es externo asegúrate de que tiene una oficina seria y clientes satisfechos. No escatimes en pedir referencias antes de contratar un contador. Verifica cómo se mantiene actualizado en materia contable y fiscal. Si puedes, contrata una Auditoría Externa que verifique que tu contabilidad se lleva de acuerdo con las normas internacionales y que los Estados Financieros son confiables.
Una de las cuatro columnas que sostienen el crecimiento de una empresa es el Área Financiera. Dentro de esta área la contabilidad tiene un rol protagónico. Una de las principales obligaciones de los contadores es reducir las posibilidades de que la empresa reciba una Auditoría Fiscal, sanción o amonestación por la tributación directa.
Pero es el empresario el responsable de que todo lo anterior se cumpla y se acate.
Puedes delegar las tareas de control, pero no tu responsabilidad”. (Enrique Núñez, consultor de empresas) » Twittea esta frase
Valioso:
En la Sección de eBooks de la Tienda Virtual de FundaPymes.com (de la cual soy fundador y director) encontrarás la Herramienta 4504 “Exposición Fiscal”, bájala y entrégala a tu contador para que la utilice para comparar las declaraciones de impuestos de periodos fiscales anteriores con la que se presentará este año.
Después de utilizar la herramienta, ven y cuéntame qué te pareció.
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