“El éxito o el fracaso en los negocios depende de cinco elementos; uno de ellos es la gente que nos acompaña en nuestros emprendimientos.”
Esta es una de las frases que más utilizo en mis conferencias y en las consultorías que brindo a mis clientes. Otra frase que suelo utilizar bastante es la siguiente: “para llevar tus negocios al siguiente nivel de crecimiento te debes montar sobre «hombros de gigantes».”
En ambos casos, me refiero a los colaboradores que ocupan las diferentes posiciones en nuestras empresas. Cada una de esas posiciones, con su propia y particular misión, constituye el engranaje que hace funcionar la empresa.
A esas personas es a quienes celebramos cada 1º de mayo en el Día Internacional del Trabajador. A pesar de que es un día feriado, es una ocasión importante para reflexionar sobre el rol que juegan esos millones de personas que ofrecen sus conocimientos, habilidades y talentos a la empresa privada, al gobierno y demás organizaciones que dinamizan la economía de nuestros países.
Defender los derechos del trabajador, fue una de las motivaciones que dieron origen a esta celebración; pero estas líneas van orientadas, más bien, a hacer énfasis en el día a día de nuestras empresas y en el hecho de que colaboradores y empresarios son socios estratégicos en todo este proceso de generar riqueza.
Siempre he creído que “Las empresas generan riqueza, para los empresarios que las crean, para sus familiares, para las personas que trabajan en ella y para las comunidades donde se instalan”; por eso, mi consejo para los empresarios sigue siendo el mismo: “contraten a los mejores colaboradores que puedan pagar y procuren que esas personas sean competentes, comprometidas, capaces, calificadas, disciplinadas, diligentes, metódicas y responsables por los resultados deseados”, y en cuanto al polémico tema de cuánto pagarles por el servicio profesional que brindan, igualmente aconsejo “paguen salarios justos, competitivos y que premien los resultados”.
A quienes trabajan en nuestras empresas les digo: “Comprométanse con ustedes mismos, primero, a desarrollar nuevas habilidades, nuevas competencias, nuevos talentos; a ser mejores cada día. Si el patrono que hoy tienes no reconoce y no valora tus resultados, otro vendrá y te llevará consigo. Siempre habrá alguien que desee tener a los mejores en su equipo.”
Así que, feliz día a todos los talentosos trabajadores que engrandecen nuestras empresas y alimentan nuestro éxito.
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